En el “Cilindro” de Avellaneda, Racing en un indiscutible 2-0 mostró quizás su mejor versión. Y logró clasificar a la Copa Libertadores. Un nuevo rompecabezas se rearma a solo tres fechas del final del torneo.
Atlético Tucumán no pudo cruzar el Rubicón. La hazaña de Julio Cesar al cruzar este cauce, frontera natural entre territorios, y como esto terminó favoreciendo en su fortuna personal para finalmente acceder al poder absoluto en Roma, es algo que el equipo “decano” no pudo imitar para poder alcanzar el Campeonato. Si bien le costó el triunfo anterior, de local, frente a Platense, en la noche de ayer en Avellaneda ni Coronel o Correa, baluartes ofensivos decanos, supieron aparecer. Ambos fueron opacados por Johan Carbonero, Eugenio Mena y Enzo Copetti, jugadores de Racing.

Finalmente Fernando Gago encontró el equipo. O al menos eso parece. En muchos momentos del partido, Racing, era un 4-4-2 sólido e imparable, con dos jugadores haciendo daño y causando dolores de cabeza en el arco “decano”. Estos dos jugadores son Carbonero y Copetti. Los protagonistas de este partido.
Al comienzo del partido, es inevitable hablar del error involuntario del arquero decano Lampe. El arquero falló en un pase corto a un defensor decano, y ni lerdo ni perezoso, Enzo Copetti supo cruzar lineas enemigas, y como si este se tratase de una “saeta blonda” velozmente recuperó la pelota y solo tuvo que disparar con el arco huérfano de cualquier defensa e impedimento. Primer gol de Racing en a solo cinco minutos de iniciado el cotejo. Como dijó el Cesar al cruzar el Río Rubicón: “alea jacta est”…. la suerte ya estaba echada y favorecía claramente al local.
El colombiano Carbonero brilló con luz propia. Es incontable la cantidad de veces que amagaba, gambeteaba y dejaba inmovilizados a los defensores rivales. El VAR no validó lo que fue un hermoso gol en el minuto 33′: recibe un asistencia de Sigali desde el aire, con elegancia la para y con inteligencia sabe esperar el momento justo, amaga y amaga, gambetea y gambetea, y de forma perfecta remata al ras del piso en una diagonal inmejorable. El arbitro advirtió el “offside” del delantero colombiano y anuló dicho gol. Una pena.

El segundo gol de Racing fue una muestra de más de lo mismo, el local dejaba jugar al equipo tucumano pero cuando se acercaba al arco rival, mostraba capacidad de hacer daño. De una jugada “made in potrero” del chileno Eugenio Mena se la pasa a Copetti que dentro del área fue gambeteando a varios rivales mientras los absorbía, como si se tratase de un imán, y luego la pelota recayó nuevamente a un empecinado Mena que, desmarcado, remató al arco. Gran jugada del local para plasmar el segundo.
De Atlético Tucumán poco se puede decir: Coronel perdió un mano a mano con el arquero de Racing antes del segundo gol de la “Academia”. Un par de remates más al arco. Tampoco fueron los distintos cambios de Pusineri para abrir el marcador.
Lampe evitó con los pies lo que podría hacer sido un gol de Carbonero, que en modo “Rey De La Gambeta” remató al arco en los 30′ del segundo tiempo.
En definitiva, Atlético Tucumán dejó pasar el tren o al menos ocupa otro vagón: el del tercer puesto. En el segundo puesto, con 44 puntos, se animó a ocupar ese puesto Racing. Si, el Racing de las chances perdidas y de un equipo que tardó en consolidarse está de escolta de Boca Juniors, a solo un punto de diferencia. Tanto Racing como Atlético poseen 44 puntos, pero la diferencia de gol es favorable para el primero. Boca Juniors sigue solo en la punta, con 45 tantos y un partido menos.
Quizás Racing Club pueda salir campeón. Depende de tres triunfos frente a Colón, Lanús y lo que se puede convertir una autentica: de local frente a River Plate.
Finalmente, Atlético Tucumán, recibirá a Rosario Central, luego Unión de Santa Fe como local y em la ultima fecha como visitante frente a Defensa y Justicia. Lamentablemente, el otrora puntero, hasta ahora, está dejando pasar el tren que solo pasa una vez.